Entre risas y carcajadas, pero muy en serio, payasos de México, Ecuador, República Dominicana y Colombia le apuestan en Barranquilla a la supervivencia del oficio agobiado por la influencia de tecnología entre los niños que son la razón de ser de este oficio.

En la Segunda Convención Internacional de Payasos ‘La Feria de la Risa’ organizada por la Hermandad de Payasos Latinos y por Amapat, Asociación de Magos y Payasos del Atlántico, concurren desde este martes dos payasos de México, uno de Ecuador, uno de República Dominicana y 38 de diferentes partes de Colombia.

Por estos días concurren al Hotel Girasol en el centro de Barranquilla en donde con talleres e intercambio de experiencias se preparan para enfrentar los cambios que la modernidad les impone.

Dicson Franco (Peluquín), payaso ecuatoriano que asiste a la Convención reconoce a los niños de hoy como unos seres “tremendamente abierto de mente” si se le compara con los niños de otra época a quienes “todo nos parecía fantástico”. “Ahora el niño es moderno, es Gokú. Es de todo. Comprende mucho más las palabras”.

Eneida Daza (Dulce), una payasa bogotana sostiene que su trabajo de entretenimiento debe ser perenne “así el computador, la historia”. “Siempre la alegría la vamos a tener los seres humanos, entonces yo creo que lo más importante es seguir haciendo el show” anota.

Muchos de estos payasos que entre este martes y el viernes se concentran en Barranquilla heredaron el oficio de sus padres. Reconocen y admiten que son distintos los escenarios de las animaciones que hacían sus progenitores y las que hoy por hoy les toca a ellos.

Gabriel Mendoza (Panzita), un payaso barranquillero reconoce la decadencia del oficio y sostiene que “antes nos llamaban a presentar tanto en los circos como en las casas”. Y admite que “ya todo esto está desapareciendo. Porque la tecnología viene matando a los artistas en ese sentido".

Creen que el oficio no desaparecerá, pero reconocen que los tiempos han cambiado y que en el trasegar de la vida deben adecuarse a las circunstancias.

Omar Anthony Henao (Dr. Pinky) es un joven payaso barranquillero que pese a su juventud admite que en la actualidad “hay niños que se vuelven como apáticos al payaso”. “Estamos hablando de niños de 10 a 12 años”. Y agrega incluso que “antes,  a los niños de 10 a 12 años era a los que más les gustaba los payasos y hoy a los niños de 10 a 12 años tiene uno que inventar con el celular, con la tecnología”.

Como acto final a esta semana de carcajadas para reflexionar sobre el oficio, los payasos irán este viernes al Parque Suri Salcedo a presentar un show gratis y abierto a todo público.